El 7 de octubre de 2023 los antiguos alumnos de la promoción de 1988 nos reunimos (¡17 años después!) en las instalaciones del colegio, convocados por la asociación de antiguos alumnos, Alumni. Fue una excelente oportunidad de volver a reencontrarnos muchos de los compañeros que, en la mayor parte de los casos, hemos compartido 14 años de nuestras vidas.
El día comenzó en la centralita, donde pronto pudimos apreciar cómo el tiempo había hecho mella en algunos de nosotros, ¡aunque en muchos casos para bien! Tras saludarnos, tuvimos un pequeño encuentro en el salón de actos en el que tantas celebraciones hemos vivido, y donde fugazmente volvimos a recordar nuestras actuaciones de Navidad, la primera comunión, las charlas de fin de curso, la graduación… Aunque algo cambiado, mantenía la misma esencia de siempre, y provocó el efecto de teletransportarnos tantos años atrás.
La tarde continuó con una visita por las instalaciones del colegio, las cuales habían sufrido una profunda transformación respecto de nuestra época. Desde instalaciones comunes y oficinas que antes no existían (¡ahora tenemos departamento de Marketing, algo impensable entonces!), las propias clases (con muchos menos alumnos y un enfoque más tecnológico) hasta las instalaciones deportivas, piscina incluida (la cual no llegamos a conocer en su momento por muy poco…), que hacen del colegio, si cabe, ese lugar único en Madrid en el que se combina una educación de calidad con infinitas posibilidades de desarrollo físico y deportivo.
Tras realizarnos muchas, muchas fotos, también con nuestra querida Virgen María en el jardín, llegó uno de los momentos más emotivos de la vista. En la antigua capilla, actual biblioteca, visionamos aquel vídeo que nos hizo emocionarnos en nuestra graduación, allá por 2006, en el que se recopilaba, a través de fotos, nuestra evolución desde que empezamos el colegio hasta que lo finalizamos. Aquel día creíamos que éramos todos “muy mayores” y, ahora con el tiempo, nos damos cuenta de que, en realidad, no éramos más que unos adolescentes que apenas estábamos finalizando nuestra primera etapa educativa, sin ser conscientes de que nos encontrábamos a punto de comenzar un viaje que nos depararía muchos momentos y emociones. Tras el vídeo, tuvimos la oportunidad de charlar largo y tendido sobre cada uno de los presentes, y también de los ausentes, y de ese modo profundizar sobre qué nos había deparado la vida. Muchos ya son padres, algunos incluso están casados con compañeros de la promoción o de otras promociones del colegio. Fue muy bonito compartir entre todos el camino que habíamos emprendido cada uno de nosotros.
Tras tantas emociones, era inevitable que el hambre empezase a hacer acto de presencia. La siguiente parada fue en un lugar en el que también hemos pasado muchos y muy divertidos momentos: el comedor. Este sí, seguía igual que siempre, con sus mesas y sillas, sus características bandejas, los trofeos de éxitos deportivos pasados en las vitrinas… Allí disfrutamos de un excelente coctel donde tuvimos la oportunidad de conversar entre nosotros y con los antiguos profesores que tuvieron el precioso detalle de compartir su tarde de sábado con nosotros.
Una vez finalizado el coctel, los más aventureros (¡y no fuimos pocos!) cambiamos las instalaciones del colegio por las de la noche madrileña, donde pusimos el broche de oro a un día inolvidable, cargado de grandes historias y recuerdos.
En mi nombre y en el de todos mis compañeros, quiero agradecer tanto al colegio como, especialmente, a la asociación de antiguos alumnos, que tan buen trabajo está realizando, habernos dado la posibilidad de reunirnos de nuevo 17 años después. Fue un día inolvidable que, estoy seguro, no es más que el comienzo de lo que sin duda va a convertirse en un vínculo todavía más estrecho entre esta maravillosa promoción y el que siempre será nuestro colegio.
Firmado: Luis López
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